articulo de la semanaCada semana comparto un artículo educativo orientado a maestros, padres o estudiantes. Me gusta ir mirando por la web, reseñas, libros e ideas, pero lo que más disfruto es leer artículos interesantes que hablan de educación.

El artículo de esta semana se titula originalmente: ”¿CUÁNTOS TALENTOS HEMOS MATADO EN LA ESCUELA? está escrito por el autor invitado: , autor del blog El blog de Salvaroj.  A continuación les dejo en la lectura.

sindromevueltacole-g“Ella decía que algunos de los niños no estaban hechos para estudiar, pero en cambio poseían un talento innato para la música y era una pena desaprovecharlo.” Haruki Murakami: Los años de peregrinación del chico sin color.
Tusquets Editores.Aunque nos cueste reconocerlo, el mundo está lleno de abogados mediocres que podrían haber sido músicos excepcionales, de médicos desmotivados que hubieran sido poetas excelsos, de maestros sin vocación que hubieran llegado a ser pintores eminentes…Esto es así porque una de las características de la escuela tradicional ha sido (y es) “probar que somos eficientes: aprende, recuerda, demuestra” (Richard Gerver), uniformizando a todos, ofreciendo como imagen del éxito educativo el éxito laboral y el reconocimiento social. Una escuela donde la creatividad, lo diferente, se sanciona, se castiga, se corrige.La escuela solo se ha ocupado (y se ocupa, salvo contadas excepciones) de la inteligencia lingüística y de la matemática e ignora  por completo otro tipo de talentos. Es por ello que dicen que la escuela mata la creatividad… pero no es la escuela, es la sociedad y su falta de valores.Además, la escuela no se ocupa en absoluto de los intereses de los alumnos, se centra exclusivamente en cumplir con un currículo obsoleto y carente de sentido. “Cuando la materia que se enseña no tiene nada que ver con los objetivos reales de los estudiantes, se olvidará por completo” (Roger Schank).

La escuela puede (y debe) fomentar la creatividad, potenciando los distintos talentos de taller-de-creatividad-6nuestros alumnos. La escuela debe abrir mentes, debe fomentar el espíritu crítico, debe ser un mundo de posibilidades, debe ser multicolor y dejar de ser en blanco y negro.

¿Cuántos talentos he matado en la escuela?” Debería ser una pregunta que nos planteáramos todos los educadores y ser consecuentes con la respuesta. Ojalá todos pudiéramos contestar: ¡ninguno!

Podemos reflexionar un poco sobre cómo es nuestra práctica docente de manera crítica y honesta.