Lograr el interés de nuestros estudiantes, especialmente hacia nuestra clase o asignatura, es un reto para todos los maestros. Leyendo algunos materiales en donde se habla  del tema y de la preocupación que tienen algunos profesores por la falta de motivación e interés , de los  estudiantes hacia sus clases,  me ha permitido comprender que, como educadores y guías del proceso de enseñanza aprendizaje,  tenemos algunas de cosas por revisar. Me dirigí al portal de educar21.com en donde venden algunas tareas para lograr la atención de tus alumnos. Los beneficios que ellos proponen con su material, inspiraron mis 10 ideas para lograr que los estudiantes se interesen en tu clase.  Me encanta escribir sobre esto porque son detalles que solo con la experiencia puedes concluir, y que en algunos libros no te lo van a decir.

  1. Mostrar alegría y entusiasmo durante sus clases.
  2. Saber cómo aprende cada uno de sus estudiantes.
  3. Hacer actividades diferentes  para reactivar la atención sobre cada dia de clases.
  4. Dar relevancia a los contenidos de estudio.
  5. Motivar el trabajo de sus estudiantes.
  6. Incentivar la curiosidad por aprender.
  7. Introducir la anécdota como recurso valorable por los alumnos.
  8. Elogiar y premiar los logros de sus alumnos.
  9. Revisar y entregar puntualmente exámenes y quices.
  10. Realizar clases dinámicas Lograr y con un objetivo de aprendizaje.

Hablemos de cada idea desde mi punto de vista. Quiero explicar por qué es importante que tengas presente cada una de estas ideas, si tu objetivo es tener es una clase motivada, participativa con estudiantes interesados y con ganas de aprender.

Mostrar alegría y entusiasmo durante sus clases.

La actitud del maestro es sin lugar a dudas, un determinante fundamental del ambiente de la clase. Recordemos que no podemos exigir aquello que no estamos dispuesto a dar. Si queremos una clase alegre activa y participativa, debemos ser mdelo de todos estos comportamientos.

Saber cómo aprende cada uno de sus estudiantes.

Un maestro que conoce a sus estudiantes, es capaz de saber que estilo de aprendizaje encaja con su perfil y cómo puede llegar a él. Sabe cómo aprende mejor y cuáles son las tareas en las que le cuesta más cumplir los objetivos. Saber cómo aprenden sus estudiantes, ayuda a los maestros a determinar la mejor actividad para llevar a su grupo a máximo potencial evitando las frustraciones que generan procesos mal llevados, en donde se desconoce el estilo de aprendizaje de los alumnos.

Hacer actividades diferentes  para reactivar la atención sobre cada día de clases.

Acabar con la rutina. Que los estudiantes puedan sentir que las cosas pueden ser diferentes… ”que si hoy no me fue bien, mañana puede ser diferente y lo haré mejor“. Esto sucede porque el maestro siempre cambia las actividades, dando espacio para todos. Generar expectativa sobre la siguiente clase, anticipando algún dato sobre un proyecto o actividad divertida.

Dar relevancia a los contenidos de estudio.

Tenemos un plan de estudio y este debe ser la carta de navegación que siempre debes mirar y seguir en lo posible. Sabemos que hay necesidades específicas del grupo que aparecen mucho después de la  planeación. Debemos atender a estas necesidades, pero sin olvidar el plan trazado que, generalmente, corresponde a los contenidos que los chicos deben conocer y manejar en su grado.

Motivar el trabajo de sus estudiantes.

Existen muchas maneras de motivar a los estudiantes es su trabajo. Algunas de ellas pueden ser, las actividades en donde se ganen puntos extra, la que ayudan con pistas para un quiz con baja nota o en una tarea tarde, son acciones que motivan a los chicos a trabajar.  Cuando das alternativas para que los alumnos puedan superarse, estos se  motivan para intentarlo nuevamente, con un mejor resultado. En todo caso, cada una de estas alternativas debe estar bien definidas con condiciones reglas claras y  responsabilidades.

Incentivar la curiosidad por aprender.

Para lograr incentivar la curiosidad te recomiendo las preguntas socráticas o las que algunas veces he publicado en anteriores post: preguntas que activan el pensamiento crítico.  ¿Cómo educar el pensamiento crítico?. En este caso inicia la clase con una pregunta y revisa si al terminar la clase este interrogante se resolvió. 

 Introducir la anécdota como recurso valorable por los alumnos.

Este es un recurso que te ayudará a generar conexiones emocionales con tus chicos. Me encanta cuando los maestros comparten sus vivencias, anécdotas y las utilizan para vincularlas con un tema de su clase. Sin embargo, difiero del uso excesivo de comentarios personales y que toman más de un 15% del totalidad del tiempo de la clase. Los estudiantes, en lugar de valorar estas largas charlas, las van a provocar cuando quieran perder tiempo y sabrán cómo manipularlo  para cualquier beneficio. Así que maestros, seamos más ligeros con este tipo de espacios, sin embargo, ¡hay que hacerlos!♥  

Elogiar y premiar los logros de sus alumnos.

Valorar, premiar, reconocer… a todos nos gusta que nos reconozcan nuestros esfuerzos , a nuestro chicos también. Realiza premiaciones internas. Reconoce  a la persona que haya hecho una buena participación en el día o en la semana. Resalta públicamente algo positivo por lo menos a 5 estudiantes, cada día ,por clase que tengas. ¿Quieres mejorar la motivación y la conexión con tus chicos? con esto lo vas a lograr.

Revisar y entregar puntualmente exámenes y tareas.

Los estudiantes quieren saber el resultado de su esfuerzo o de su descuido para tomar correcciones. Cuando un maestro entrega en un lapso prudente un examen revisado, el alumno tendrá fresco en su memoria las circunstancia que lo llevaron a ese resultado y tomará medidas. De lo contrario, es decir, si recibe el examen muy tarde, el estudiante no va a recordar muchos aspectos y la retroalimentación estaría fuera de tono,  porque, han pasado muchas clases y probablemente está mejorando y no. Y no ha tenido espacio para corregir sus acciones o mantener lo bueno que hizo.

Realizar clases dinámicas con un objetivo de aprendizaje.

Los estudiantes se motivan con las clases que incluyen dinámicas y parezcan divertidas. Recordamos que si hacemos un juego en la clase, este debe tener una finalidad. De lo contrario, los alumnos podrán darse cuenta, que el maestro está perdiendo el tiempo y que la actividad no tiene ningún sentido. Sin embargo, si realizamos juegos, dinámicas y actividades lúdicas amarradas a un objetivo claro de aprendizaje y que sea de pleno conocimiento de los alumnos, no solo se mejora el ambiente, la atención y la participación, sino que, nuestros alumnos se sentirán alegres e interesados en saber que otro día podrán hacer algo semejante mientras aprenden.